jueves, 30 de abril de 2009

EL CAMINO



Que se nombre a Villadangos como referencia geográfica en los múltiples libros que hay publicados sobre el Camino de Santiago no es raro, pero que se haga en un libro de lujo y de gran formato con la mayoría de sus páginas a todo color no deja de ser sorprende habiendo, como hay, muchos pueblos en el tradicional Camino que aventajan a nuestra villa con múltiples encantos. Así que mis ojos no daban crédito cuando me encontré a la iglesia de nuestra villa profusamente ilustrada en un libro de estas características.
La clave de tanto despliegue cromático (el libro le dedica diez páginas a todo color a León capital, cinco a Astorga y nada menos que otras cinco a Villadangos) me la dio su breve texto donde dice que al peregrino visitante le atendió “un cura afable”, que por entonces era Cesar. El autor del libro pasó por aquí un buen día, entabló conversación con el cura y el buen trato del clérigo y su buena disposición hicieron el milagro de tanto colorín, porque otra explicación no cave.
Cuento esto porque en cierta ocasión leí en el foro de esta página la opinión de alguien a quien no le parecía nada bien que los peregrinos se desviasen hacia Villar o Chozas en lugar de hacer el camino tradicional a través de nuestra villa. Por la misma razón de que todos los caminos conducen a Roma también conducirán a Santiago y el caminante elegirá el que mejor le parezca.
Nuestra villa está en el Camino porque es el lugar de paso tradicional, pero el mérito sería que no estando en el Camino hubiera que dar un rodeo para visitarla. Al caminante, al peregrino, al visitante, al turista hay que ganárselo. No se le puede considerar como a un anónimo portador de callado y mochila que hace su desembolso económico en la villa y desaparece. Cada visitante es único y como tal lo tenemos que tratar. Cada peregrino es un acopio de cultura, experiencias y vivencias que nos pueden enriquecer y nosotros tenemos que procurar dejar una huella en su memoria que les motive a transmitir a otros que no solo pasó por Villadangos sino que algo de Villadangos quedó en ellos. Al peregrino no lo podemos considerar como un mero valor económico, sino como un bien cultural que nos aporta algo y a quien algo aportamos. Y si no estoy en lo cierto que le pregunten a Froilán (alias Babaruso, alias Golondrino) que tiene en esto su propia experiencia porque creo que ha sido el único de la villa que con un par ha hecho el Camino desde Roncesvalles hasta Santiago de una tacada.
Si queremos que los peregrinos sigan pasando por el camino tradicional y cruzando por nuestra villa habrá que copiar, para empezar, las buenas maneras del cura Cesar. Adecentar el pueblo y que las casas estén bien acicaladas hace también lo suyo. Si además están adornadas con flores tan bonitas como las suele tener Chonina o Gila pues es un buen añadido. Podrían hacerse muchas cosas para mejorar el pueblo. Algunas son competencia de nuestros munícipes, otras están en manos de los vecinos a pequeño coste o coste cero. Para ello tiene que haber iniciativa, ganas e imaginación.


El Camino de Santiago

Por los campos y pueblos del Camino
Con la mente en el “campo de la estrella”
Recibe y a la vez deja su huella
En fugaz procesión el peregrino.

Hay quien busca la fe como destino.
Hay quien peregrina ya con ella
Y hay quien quiere que brille una centella
Mientras hace su largo andar cansino.

Peregrino que cruzas por Castilla
Andando y desandando sus caminos
En busca de la estrella allá en su ocaso,

Espero que al cruzar por esta villa
te lleves el calor de sus vecinos
Y nos dejes la impronta de tu paso.


Algo para leer…

24.- El Decamerón de Giovanni Boccaccio.- Unos cuantos muy divertidos y muy calentitos que no aburren a nadie.

25.- El Gatopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa.- Una novela que apasiona. La película que dirigió Luchino Visconti basándose en esta novela es también maravillosa con una Claudia Cardinale pletórica de sensualidad y un Alain Delón que me gusta hasta a mí que no tengo nada de sarasote. Burt Lancaster en el papel de príncipe está que se sale.

26.- El camarada Don Camilo de Giovanni Guareschi.- Puede que se haya quedado un poco trasnochado pero las relectura de las aventuras del cura Don Camilo y el alcalde comunista Pepone a mi me siguen divirtiendo de lo lindo.

jueves, 2 de abril de 2009

DE PROCESIONES



Hará como un par de años caí, por casualidad, en Santa Marina del Rey uno de los días de la llamada Semana Santa. Por sus calles desfilaban en solemne procesión varios de los llamados “pasos” a hombros de los “papones”, escoltados por señoras con sus mantillas, peinetas y rosarios. El desfile iba presidido por los clérigos y autoridades municipales a quienes se les veía muy metidos en su papel. Mis ojos no daban crédito a tal boato y fervor religioso.
Otro tanto me sucedió en León capital el pasado año. Situado en los aledaños del llamado Arco de la cárcel contemplé desfilar una docena de pasos con sus correspondientes cofradías. Todos los participantes iban impecablemente vestidos en plan Ku-Kux-Klan, pero de morado. Ellas, con elegantes vestidos negros con bordados y calados que parecían de diseño. Muchos papones llevaban a hombros a sus más tiernos retoños vestidos de la misma guisa.
Sin duda mi sorpresa ante estas manifestaciones religiosas deviene de que soy poco procesionario, pero no dejo de ver con curiosidad a estas masas enfervorecidas participando en este gran teatro de religiosidad pública. Aquellos que pensábamos que la restauración democrática daría al traste con tanta exhibición de duelo, hemos tenido que rectificar. Las procesiones de la Semana Santa están más vivas que nunca, y no sólo en Andalucía, de honda tradición y de indudable atracción turística, sino en el resto de España donde tradición e imposición se confundían. Ahora hasta Santa Marina del Rey edita pasquines con sus procesiones como una atracción turística local.
Puestos a elegir procesión me inclino por la de Genarín, procesión poco ortodoxa que hace su recorrido por algunas calles de León capital en la noche del Jueves Santo. Quien quiera saber más sobre este santo laico, buscavidas, pendenciero, borrachín, amigo de putas, puteros y gente mal (bien) vivir puede echar un vistazo por la red o leerse el libro de Llamazares abajo cito. Quien piense que esta procesión es solo para pescar una borrachera va un tanto errado. Mientras las precesiones religiosas sacan en andas a sus cristos crucificados y a sus vírgenes compungidas que no recuerdan sino dolor y muerte, la procesión de Genaro es un canto a la alegría de vivir y la libertad de pensar.
Hace años que no asisto a las procesiones de esta villa. Las recuerdo aburridas y con poca sustancia. Lo más emocionante de todo aquel teatro era la procesión “del encuentro” que se reducía a la pantomima de tal entre un Cristo y una Virgen Dolorosa mientras el cura desgranaba paternóster. Nunca vi por aquí gente descalza o portando pesadas cruces o que se diera de latigazos en sus desnudas espaldas. Como sigamos así ni vamos a ganar el cielo ni vamos a ganar turistas.

Genarín.

Infausto fue aquel viernes de amargura
Que aliviando tu vientre en la muralla
Sufriste la envestida de un canalla
Conductor del camión de la basura.

Palmaste con el temple y la mesura
Esperada de un hombre de tu talla
Sin saber que la vida que se acalla
Colmaría de leyenda tu figura.

Perdiste, pellejero, tu pelleja
Ahíto de conejo y buen orujo
Destripado en la calle como un perro.

Como, quien nada tuvo, nada deja,
Te bastó con dejar tu solo embrujo
A una noche, la noche de tu entierro.

Algo para leer…

21 bis.- El Entierro de Genarín de Julio Llamazares. Historia de esos personajes que no se repiten y diversión a raudales.

22.- Rojo y Negro de Stendhal.- Me gustó, pero también es muy entretenido La Cartuja de Parma y un menos conocido ensayo Sobre el amor.

23.- Cándido y otros cuentos de Voltaire.- Los curas de mi época describian a este autor con rabo y cuernos. Decían que era un impío pero que a la hora de morir pedía confesión a gritos. Esto no debe de acercarse mucho a la verdad pero aunque así fuera a ver quien es el guapo que teniendo a la Parca reclamandote y a Caronte a punto de partir con tu alma al mundo del Letos no desea creer en lo que se duda o incluso se niega. Su Diccionario Filosófico es magnifico y para tomar en pequeñas dosis.